16.12.10

Evolución de la fotografía - CAPITULO I

La fotografía ha sido el puente de unión entre el siglo XIX y el siglo XXI. Desde sus primeros pasos, allá por 1839, la fotografía ha servido de documento vivo para la historia de la humanidad.

Su carácter documental la ha ubicado en el centro de la comunicación visual, encontrando la tierra de germinación, principalmente, en la publicidad, el arte y el periodismo. Hoy, después de medio siglo de televisión, radio, Internet y las nuevas tecnologías digitales han ampliado al máximo de la experimentación y la creatividad su poder.

Niñez


Allá por 1839 Joseph Nicèphore Niépce lograba, luego de una exposición de ocho horas, capturar la primera imagen de la que tiene registro la historia de la fotografía. Así nacía la fotografía, el prodigioso invento que combinada dos fenómenos: la cámara oscura, que captaría el reflejo de la imagen; y los distintos experimentos físico-químicos para la fijación de la imagen.

Las primeras imágenes fueron los fotogramas: siluetas de hojas e insectos, impresas en una plancha de cuero y fijadas con fósforo y sales de plata. Luego, vino el daguerrotipo, una cámara similar a las famosas Polaroid, que acortaba inmensamente el tiempo de exposición, pero nos daba una fotografía instantánea, en positivo y que precisaba de una exposición para obtener otra copia.

La imagen en sistema negativo-positivo (como la conocimos hasta la llegada de las cámara digitales) debe su invención, William Henry Fox Talbot, quien también en el año de 1839, editó la que puede considerarse como la primera publicación dedicada exclusivamente a la fotografía: Some Account of the Art of Photogenic Drawing, una colección de positivos fotográficos, utilizando negativos de papel.

Hacia finales de 1800 la impresión de la película fotográfica, de mano de la casa Kodak, nos proporcionó el rollo de 100 fotos circulares. Este tiempo fue el reinado del blanco y negro y placas de cristal llamadas Autochromes Lumière, en homenaje a sus creadores, los hermanos Auguste y Louis Lumière.

Lo que hoy conocemos como flash fue un proceso que comenzó con polvos finos de magnesio, que al ser detonados con el pulverizador, producían un efecto de luz artificial. Finalmente, en 1930 llegó la lámpara de flash.

En menos de dos años (1935-1936), aparecen en el mercado Kodachrome y la Agfacolor, con las que se conseguían trasparencias o diapositivas en color. En la década del ´40 se perfecciona el daguerrotipo y tenemos la Polaroid Land.

Y es la década del 60 donde se perfeccionan todos los avances: color, velocidad, abaratamiento del cinc, sulfuro de cadmio y óxido de titanio, con el empleo de la película Itek RS.

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